Cuando perdonamos nos liberamos de esa pesada carga. Reflexión sobre el perdón

Cuando perdonamos somos libres para pensar cuando no perdonamos somos esclavos de esa condición de falta de perdón.

El perdón nos quita una pesada carga y nos deja libres para ocuparnos en cosas más productivas y de bendición para nosotros.

Pedir perdón no es fácil,  tal vez ha pasado un tiempo y estás alejado de esa persona, a veces entre familiares se rompen los lazos de amor por pequeñas diferencias sin embargo alguien debe dar el primer paso, y tal vez seas tú el que quiere restaurar la armonía familiar.  

El hablar y luego pensar nos lleva a cometer errores, a decir cosas que luego nos arrepentimos, deja el ambiente tenso y pesado, pero el perdón es liberador, baja la guardia y dice: "Perdóname", no es humillación es valentía el perdonar porque hay muchos en quienes el orgullo puede más, el mismo Jesús dijo en la oración modelo: Perdónanos así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.  También en otra parte cuando le preguntaron a Jesús que cuántas veces se debía perdonar el díjo: Setenta veces siete. Es decir muchas veces.  

Sin embargo, perdonar no significa que todo volverá a ser como antes. Si ha habido humillación, abuso, no te puedes exponer a un próximo abuso. Perdonas pero no estarás cerca o estarás alerta para que te abusen de forma física o sexual nuevamente.  Hay que buscar ayuda para superar este tipo de problemas y ser lo suficientemente valiente para hablar y denunciar al abusador. Tú mereces respeto y honra.  Y perdonas no porque la otra persona se lo merece en ese caso sino porque tú necesitas liberarte de esa difícil situación, para luego empezar a sanar.  

No se puede simplemente dejar que el tiempo sane las heridas si no se ha expresado el perdón, más bien cada quien tomará su falta de perdón o de lo que le hicieron y lo enterrará vivo por un tiempo pero luego, como una herida que no se trata, empezará a dañar nuestro propio interior. Saquemos eso, para que no se vuelva raiz de amargura, de odio y depresión. ¿ Cómo pudiéramos dar buenos frutos así? Pero cuando se perdona, se limpia el terreno para que crezcan flores de bendición y frutos agradables.

Una situación difícil sobre el perdón me sucedió una vez. un familiar estaba enamorado de alguien mucho más joven que ella. En mi condición de adolescente le hice la vida imposible a ese alguien. Años después tome el valor que Dios me dio para pedir perdón porque mi familiar terminó la relación pero yo quedé con la carga. Pero al pedirle perdón, recibí liberación y paz.

Por Mery Bracho.
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